HISTORIAS DE LA HISTORIA

Cuando California 
fue Territorio Argentino

Por  Oscar Bertolín

Hipólito Bouchard nació en Bormes Les Mimosas, cerca de Saint Tropez, Francia, el 15 de enero de 1780. En 1798 entró al servicio de la Marina Francesa para combatir contra los ingleses. Realizó varias campañas en Egipto y en Haití.
En 1809 llegó a Buenos Aires en un barco francés. Era liberal y antimonárquico. Apenas arribó fue nombrado Segundo Jefe de la recién creada Flota Nacional.

En marzo de 1812 se alistó en el Regimiento de Granaderos a Caballo, participando en el Combate de San Lorenzo, donde conquistó una de las banderas del enemigo. En premio a su valor la Asamblea Constituyente le concedió la ciudadanía de la Provincias Unidas del Río de la Plata.
Abandonó el Regimiento de Granaderos y bajo las órdenes de Guillermo Brown realizó la Campaña Naval que asoló las costas del Pacífico, atacando El Callao y Guayaquil.

Al decidir regresar a Buenos Aires desde Chile Brown le asignó la fragata española Consecuencia, capturada frente a las costas del Perú. Esta fragata desplazaba 464 toneladas y tenía 40 mts de eslora, 28 de quilla, 6,25 de manga, 4,85 de puntal y 2,20 mts de calado medio.

Ya en Buenos Aires fue rebautizada La Argentina y armada en corso por Bouchard y otros socios. Le fueron montados 18 cañones de 18 libras, 16 carronadas de 12 libras, 7 de 6 libras, 6 pedreras de 1 libra y 6 esmeriles. El Ministerio de Guerra y Marina le proveyó de 6 quintales de plomo y se instalaron 2 hornallas a bordo para calentar las balas encadenadas utilizadas para romper los mástiles e incendiar el velamen (hornillos de bala roja).

El 25 de junio de 1817 el gobierno le emitió la patente de corso Nº 116. El 26 de junio un motín a bordo terminó con 2 sublevados muertos y varios heridos. Finalmente La Argentina zarpó el 27 de junio al mando de Bouchard.

La tripulación contaba 180 hombres, entre ellos y con solo 17 años estaba Tomás Espora, futuro Coronel de Marina. No lo sabían pero partieron hacia un largo viaje, en el cual faltó muy poco para circunnavegar el mundo.

Atravesaron el Atlántico, bordearon el Cabo de Buena Esperanza, combatieron barcos negreros en Madagascar donde registraron 4 de ellos liberando a los esclavos. Sometieron a registro a 2 naves inglesas y a una estadounidense. En Macasar destruyeron a 5 naves piratas malayas. Navegaron el estrecho de Sunda entre Java y Sumatra, atravesaron el Mar de Celebes. Bloquearon Luzón y Manila durante 2 meses, hundiendo 16 barcos y capturando a 400 realistas. Llegaron a dominar gran parte de Oceanía imponiendo la Ley. Bouchard decidió navegar hacia China para alcanzar Pekín, pero ante la falta de víveres y las malas condiciones climáticas cambió el rumbo hacia las Islas Sándwich (el actual Hawai).

En Hawai el rey Kamehamen I firmó un tratado reconociendo la Independencia Argentina proclamada por el Congreso de Tucumán, le proveyó a Bouchard 100 marinos nativos y devolvió la goleta Chacabuco que había sido capturada por sus hombres. También recupera el navío Santa Rosa de un motín a bordo del mismo.

El 20 de noviembre de 1818 el vigía de Punta Pinos, ubicada en un extremo de la Bahía de Monterrey avista a las naves argentinas Santa Rosa y La Argentina. Bouchard mandó a la corbeta Santa Rosa, por su calado menor, para que por la noche ancle cerca del fuerte. El amanecer el Oficial Sheppard se da cuenta que anclaron por demás de cerca y que estaban al alcance de los artilleros españoles. Tras 15 minutos de combate de artillería Sheppard decidió rendirse.

En la madrugada del 24 Bouchard ordenó a sus hombres bajar a los botes. Con él al mando desembarcaron a una legua del fuerte 200 hombres, 130 armados con fusiles y 70 con lanzas. Atacaron y la resistencia fue débil, tras una hora de combate fue enarbolada la Bandera Argentina. En su diario Bouchard cuenta que un cobrizo guerrero hawaiano fue quien arrió la bandera española e izó la Celeste y Blanca ese día en California. Se tomó la ciudad durante 6 días, se apropiaron del ganado y quemaron el cuartel de artillería, el fuerte, la residencia del gobernador y las casas de los españoles.

El 29 de noviembre zarparon y se dirigieron hacia el rancho El Refugio y lo quemaron ya que desde allí los españoles se dedicaban al saqueo.
El 06 de diciembre partieron hacia Santa Bárbara donde hicieron intercambio de prisioneros con el gobernador español.

El 16 de diciembre pusieron proa a la Misión de San Juan Capistrano donde Bouchard envió 100 hombres a tomar el poblado. Tras breve lucha se llevaron algunos objetos de valor e incendiaron casas de españoles. Partiendo luego hacia el sur donde atacan otros poblados de Alta y Baja California.
Asediaron San Blas, Acapulco, Sonsonete (El Salvador) y El Realejo. También combaten en las costas peruanas y ecuatorianas

El 03 de abril de 1819 Bouchard decidió partir hacia Valparaíso para colaborar en la Campaña Libertadora de San Martín. Pero al fondear en ese puerto, en la noche del 13 al14 de julio, La Argentina fue tomada ilegalmente por el capitán Wilkinson, bajo las órdenes del almirante Thomas Cochrane, al servicio de Chile. Unos días después un piquete de soldados al mando del Coronel Mariano Necochea, de los Granaderos, retomó por la fuerza la nave y volvió a izar la Bandera Argentina.

Fragata

Pero su Campaña Naval de Corso terminó allí. Campaña que duró casi 2 años, navegando entre 10 mil y 12 mil millas, lidiando con el escorbuto, el mar, las tempestades y los piratas malayos. Participaron en 13 combates navales importantes, capturaron o destruyeron 26 buques y rescataron a un buque de guerra de La Nación, aparte de asolar y destruir varios puertos en manos españolas. Para los argentinos sería bueno conocer y valorar esta Campaña Naval.

La comuna de Bormes Les Mimosas, lugar de nacimiento de Bouchard, conmemora cada 09 de julio el día de la Independencia Argentina.
En Santa Bárbara flamea la Bandera Argentina en uno de los muelles costeros junto a las de España, Rusia, México y Estados Unidos, países que dominaron alguna vez California.

En la Casa de la Corte del Condado de esa ciudad hay un mural que representa el ataque corsario de 1818.
En Dana Point, California, se celebra la Fiesta Anual del Pirata, en recuerdo del ataque de Bouchard a San Juan Capistrano.

Algunos historiadores han señalado que la bandera de las Provincias Unidas de Centroamérica está inspirada en la bandera que flameó en la fragata La Argentina. Posteriormente las banderas de El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala adoptaron los colores derivados de la bandera centroamericana, y son tan parecidas a nuestro Pabellón Nacional.

Conozcamos lo nuestro, es nuestra obligación.

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Il Cavallino Rampante
El caballito encabritado es el símbolo de la mundialmente conocida marca Ferrari de automóviles
Por Oscar Bertolín
El conde Francesco Baracca nació el 09 de mayo de 1888 en Lugo, Emilia Romaña, Italia. Hijo de Enrico Baracca, hombre de negocios y terrateniente y de la condesa Paolina de Biancoli. Eligió la vida militar prestando servicios en el arma de Caballería del Ejército Real. En 1912 asistió a cursos de vuelo en Francia, destacándose inmediatamente por sus condiciones para las acrobacias.

En vísperas de la 1º Guerra fue enviado a París para ser formado como piloto de combate. Regresó a Italia en julio de 1915 y el 07 de abril de 1916 derribó su primer avión enemigo. Cuando volvió a tierra se encontró con uno de los dos pilotos derribados por él y que habían sido tomados prisioneros. Baracca se le acercó y le estrechó la mano. Siempre argumentó:”es el dispositivo lo que me propongo abatir, no al hombre”. Fue el as nº 1 de la aviación italiana y héroe nacional con 34 derribos contabilizados oficialmente. Poco después de cumplir 30 años fue derribado y muerto bajo los cielos de Montello en 1918.
¿Pero qué tiene que ver un as de la aviación con los famosos deportivos? Mucho. El conde hacía pintar en el lado izquierdo de su aeronave y de todas las otras de la Squadriglia 91º un Cavallino Rampante…El caballo original era de color rojo sobre una nube blanca, pero al fallecer Baracca se lo pintó de negro en señal de luto.
En 1923 Enzo Ferrari como piloto ganó una carrera en el Circuito dil Salvio en Ravenna. En su autobiografía don Enzo cuenta que en esa competencia conoció a Enrico Baracca y luego éste le presentó a la condesa Paolina. Y ella un día le dijo:”Ferrari ¿Por qué no coloca usted el Cavallino de mi hijo en sus autos? Le traerá suerte”. Que el caballo era negro y así siguió, pero le agregó el campo dorado ya que el dorado es el color de Módena, su ciudad natal.
Para sus detractores el emblema no era un símbolo personal de Baracca sino de su Scuadriglia 91º. Que inclusive después de la 2º Guerra el escuadrón de jets de la 4º Aerobrigata seguía usándolo y por lo tanto la madre del conde no podía concedérselo a nadie. Y ¿Por qué si le regalaron el logo en 1923 lo tuvo durmiendo en un cajón por nueve años? Ya que apareció en el capot de sus autos recién en 1932. Otros dicen que el cavallino del conde tiene la cola apuntando hacia abajo y la de Ferrari hacia arriba.
Según la historia oficial de la Scudería Ferrari este logo fue usado en su material de oficina desde 1929, año de su fundación. Y que fue fundada con el objetivo de patrocinar pilotos aficionados de Módena. Don Enzo entrenó a varios de ellos y compitió con éxito en autos Alfa Romeo hasta 1938. Esta marca le permitió usar el Cavallino en sus autos solo para participar en las 24 horas de Spa (Bélgica) entre el 09 y el 10 de julio de 1932. En 1938 Ferrari fue oficialmente contratado por Alfa Romeo como Jefe de su Departamento de Carreras. Puesto que abandonaría en 1940 tras enterarse que querían absorber su amada Scudería y tomar el control de su trabajo en las competencias. Por contrato tenía prohibido competir por varios años. Entonces su Scudería se convirtió en Auto Avio Construzioni Ferrari, que fabricaba maquinarias y accesorios para aviones. Durante ese período, aunque no podía competir, produjo un auto de carreras. Era el Tipo 815, primer auto original de Ferrari. Pero debido a la guerra tuvo poca participación en competencias. En 1943 la fábrica Ferrari se instala en Maranello, siendo bombardeada en 1944 y reconstruída en 1946. El primer auto deportivo de esta empresa fue el 125s de 1947, propulsado por un motor V12 de 1,5 litros. Fue también el primero en lucir el logo del cavallino tal como lo conocemos ahora: caballo negro, fondo amarillo y con los colores de la bandera italiana. Sucedió en el debut en competencia de Ferrari el 11 de mayo de 1947, en el circuito de Piacenza y con la conducción de Franco Cortese.
Fabio Taglioni, paisano de Baracca y Jefe de Diseño y Director Técnico de Ducati, adoptó el logotipo del cavallino para sus motos. Pero cuando la marca Ferrari empezó a tener auge Ducati lo cambió para evitar una polémica legal. Se cree que existió un acuerdo de confidencialidad entre ambas empresas.
Las versiones italianas sobre el origen del cavallino cuentan que el conde quiso un caballo encabritado como emblema porque su escuadrón estaba enrolado en un Regimiento de Caballería y porque él mismo tenía fama de ser el mejor “cavalliere” (jinete) de su equipo. También se ha supuesto que la elección de un caballo fue debido a que su noble familia era conocida por tener muchos equinos en sus fincas.
La versión alemana dice que Baracca se apropió del logo después de derribar a un piloto oriundo de Stuttgart y que llevaba el emblema de su ciudad al costado del avión: ¡un caballo rampante! Sucede que el vocablo Stuttgart deriva de stutengarten, una forma del alemán arcaico gestüd, que se traduce al español como establo y al italiano como scudería. Por eso es que Porsche, archirrival de Ferrari oriundo de la ciudad de Stuttgart, también lleva un caballo rampante en su escudo y años de polémica con la empresa italiana. Porsche basó su logo en el escudo de su ciudad y con el aval del estado de Württemberg en 1956. Se sabe que Ferrari no pudo registrar al caballito como marca debido a complicaciones que surgían de los derechos de propiedad reclamados por Stuttgart.

Los autos deportivos de Ferrari son notables por su exquisito estilo debido a que fueron diseñados por casas como Pininfarina, Scaglietti, Bertone y Vignale. ¡Qué placer sería poseer uno y disfrutarlo sin importar de dónde surgió su emblema! 
¿O no?
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¡FIRMES VOLAMOS!

La poco conocida historia de los pilotos argentinos

 que combatieron en la II Guerra Mundial.

Por Oscar Bertolín

Aunque nuestro gobierno mantuvo una actitud neutral frente al conflicto bélico hasta casi su finalización, cerca de 4000 voluntarios argentinos se unieron a las filas aliadas. De ellos, 800 participaron en la contienda integrando la Fuerza Aérea.


Esta gran cantidad de jóvenes marchó a la guerra y fue así como desaparecieron muchos de los principales equipos de rugby de Rosario y Cap. Federal. Un dato curioso, todos los integrantes del primer equipo nacional de Los Pumas entraron en combate durante la II Guerra. Los voluntarios pagaron de su bolsillo el pasaje hacia Gran Bretaña, algunos conocieron allí el mar, otros no alcanzaron el puerto de destino ya que sus barcos fueron torpedeados por submarinos alemanes. Muchos al llegar tenían problemas con el idioma y la escasez de alimentos.

Los que se alistaban en la aviación eran enviados a Canadá para recibir entrenamiento lejos de la batalla. Los pilotos argentinos llamaron la atención por la rapidez con que cumplían el período de adiestramiento y accedían a puestos de jerarquía. La mayoría eran argentinos descendientes de ingleses y franceses en tercera generación y también los había criollos de pura cepa que querían combatir. Eran un grupo con muy buena educación, en su mayoría deportistas y sobre todo hombres de campo. Provenían principalmente de la prov. de Buenos Aires, de Rosario, de Bahia Blanca, de Capital, algunos de los ingenios azucareros de Jujuy, y otros del extremo sur del país. Muchos trabajaban en los ferrocarriles y otros en la Fábrica Argentina de Alpargatas (de capital británico) donde les obsequiaban los almanaques con los dibujos de Molina Campos. Seguían recibiendo esos almanaques estando en Inglaterra, donde se los conocía como el “Escuadrón de pelea alpargatero”.



Nuestros compatriotas ocuparon cargos de pilotos, artilleros, operadores de radio e ingenieros de vuelo. Volaron bombarderos Lancaster y Stirling, cazas Spitfier, Huricane,  Mosquitos y aviones de transporte sobre los cielos de Europa, África y Asia. En las narices y debajo de las carlingas de las aeronaves pintaron a los gauchos de Molina Campos y al Indio Patoruzú. En sus chaquetas de combate y de salida lucían una insignia con la inscripción “Argentina”. Entre otros integraron el escuadrón 164 “Argentine-British”, creado en 1942 y financiado con dinero de nuestro país. Cuyo distintivo decía “Firmes Volamos” (en castellano). Algunos de los aviones donados llevaban nombres como Olivos, Patoruzú, Pampero I, II, III y IV, Santa Azúcar, Honor, Stanislao y Don Pancho.

Estos pilotos participaron en combates aéreos desarrollados  a más de 500 km. por hora, algunos fueron derribados y salvaron sus vidas, otros no tuvieron esa suerte. De los 800 voluntarios 130 murieron en combate, 9 tomados prisioneros y 56 fueron condecorados con la Cruz de Vuelo Distinguido. Cuando todo terminó se les dio de baja. Unos 300 volvieron al país y el resto se dispersó por el mundo. La historia de estos ex combatientes es poco conocida pues las condiciones políticas locales, luego de la caída de Hitler, se encargaron de borrarla. Se llamó a silencio absoluto sobre el tema durante más de 60 años.


Algunos de los voluntarios:

Sheila Lanktree: nació en Rosario el 04 de noviembre de 1925. Al cumplir 18 años se enroló en el Consulado Inglés. Fue operadora de radio a bordo de aviones Pathfinder, que volaban delante de los bombarderos para guiarlos.

Maurineen Dunlop: criada en Estación Pilcaniyeu (Río Negro). Se encargaba del transporte de aviones desde la fábrica a las bases. Al regresar fue incorporada a la Fuerza Aérea como instructora de bombarderos Lancaster.

Los Watt: eran 4 hermanos, nietos de Clara Allyn, una de las maestras de Sarmiento. James (condecorado 2 veces) y Percy fallecieron en combate. Apin y Frank sobrevivieron, siendo este último condecorado y comandante de Austral a su regreso.

Reinaldo Daintree: nacido en Adrogué se enroló a los 18 años y no sabía volar. Al regresar formó parte de Aerolíneas Argentinas. Voló desde los Comets hasta llegar a ser jefe de los Jumbos 747. Fue piloto del presidente Arturo Frondizi. Batió récords de velocidad, distancia y horas voladas (acumuló 33000). Fue el comandante del primer vuelo transpolar a Australia en 1980.

Allan Claudio Withintong: alias Tito, cordobés descendiente de ingleses. Tenía la costumbre de irse de copas por los bares londinenses junto a su compañero Reinaldo Daintree y de regreso a la base saltaban el alambrado para no ser castigados. Piloto de Lancaster, bombardeó Berchtesgaden, la casa de campo de Hitler. Nunca quiso aceptar la ciudadanía inglesa. Al regresar trabajó en Aerolíneas y en Austral. Colaboró con la Fuerza Aérea como instructor de vuelos comerciales y de simulacro de emergencias. En 1978 se jubiló y fue a trabajar al Banco de Italia como piloto de Lear Jet. En 1982, a los 60 años, volvió al combate pero del lado argentino volando en el Escuadrón Fénix. Hacía salidas con Lear Jets que simulaban ser aviones de combate en los radares ingleses y que motivaban continuas alarmas e incursiones de las Patrullas Aéreas de Combate. Tito realizó tareas de retrasmisión en vuelo, exploración, reconocimiento, búsqueda y salvamento, diversión y guiado de escuadrillas de combate hasta cercanías del objetivo. Muchas de las salidas de su aeronave dentro del escuadrón Fénix encubrieron exitosas misiones de combate que ocasionaron notorias pérdidas a los ingleses.

Para quienes deseen informarse más sobre este tema: el libro “Nacidos con Honor” de Claudio Meunier y el corto documental “Alas de Trueno”.

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El Combate de San Lorenzo


El 03 de Febrero de 1813 tuvo lugar el Combate de San Lorenzo, primera acción de guerra de San Martín en suelo americano y la única llevada a cabo por el Regimiento de Granaderos a Caballo en territorio nacional. Antes y durante este combate la participación de los gauchos milicianos rosarinos  fue de suma importancia.

Por Oscar Bertolín
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La ciudad de Montevideo, declarada por España como Capital Provisional del Virreynato, estaba sitiada por tierra. Primeramente solo por el Ejército de José Rondeau, a quien luego se le sumaría José Gervasio Artigas. Por eso, para poder reabastecerse los españoles tenían que usar el mar y el Río de la Plata. Frecuentemente una escuadrilla realista salía desde esa plaza en dirección al Paraná para merodear las costas y robar ganado.

Como antecedente a los hechos de Enero y Febrero de 1813, el 09 de Octubre de 1812 loa realistas saquearon San Nicolás y dieron muerte  al presbítero Miguel Escudero. Tres días después 5 embarcaciones pasaron frente a la Villa del Rosario, cuyo vecindario anoticiado de lo sucedido  en San Nicolás, huyó a las estancias cercanas. Para hacer frente a un eventual desembarco español, su comandante militar, nacido en la Banda Oriental, Celedonio Escalada solo contaba con 30 fusiles en malas condiciones.

En Enero de 1813 Don Gaspar de Vigodet envía una flotilla fluvial de abastecimiento, con órdenes de destruir las defensas del Paraná y abrir camino al Paraguay. Como comandante de la misma iba el Capitán Rafael Ruiz, oficial de la Marina Española convertido en pirata fluvial. El comandante de la Flota de Desembarco era el Capitán Artillero Juan Antonio Zabala, que había combatido contra Belgrano en Paraguari y en Tacuarí. A mediados de Enero de 1813 esta flotilla penetró en las bocas del Guazú, pasando el día 28 frente a San Nicolás.

El mismo 28 de Enero al atardecer, sale el Coronel San Martín del Cuartel del Retiro junto a 140 Granaderos. Los días calurosos del mes de Enero exigían realizar la marcha de noche. Los mismos fueron elegidos entre el 1º y el 2º Escuadrón, pues eran los hombres con más instrucción militar. Llevaba órdenes de seguir la costa oeste del Paraná, vigilando al enemigo y atacando si hubiera lugar a ello. El Dr. Francisco Cosme Argerich (1) era el médico que acompañaba a los granaderos.

El 30 de Enero la flotilla fondea a la vista del Rosario. Celedonio Escalada reúne para esa ocasión alrededor de 50 milicianos voluntarios. Veintidós con fusiles, treinta de caballería armados con chuzas, sables y pistolas y seis artilleros a cargo de un cañoncito de campaña.

Por la noche  los españoles siguen hacia el norte y en la madrugada del 31 anclan frente a San Lorenzo, a unos 200 metros de la orilla.

A primera hora de la mañana un grupo de 100 hombres desembarcaron, exigiendo la entrega de víveres a frailes y vecinos. Tan sólo pueden hacerse con unas pocas gallinas y melones, ya que el ganado vacuno fue llevado hacia el interior.

La campana del Claustro marcaba las 7:30 hs cuando los españoles avistan a un grupo de jinetes avanzando a rienda suelta en dirección a ellos. Eran Escalada y sus milicianos rosarinos. Como se van acercando muy rápidamente la hueste realista toma rumbo hacia los barcos. Cuando los milicianos llegan al borde de la barranca abren fuego con su pequeño cañón sobre el enemigo. Pero los españoles los cañonean con toda la potencia de sus barcos de guerra, así deben abandonar su ataque y alejarse de la barranca.

En la noche del 31 un lanchero paraguayo afincado en San Lorenzo y prisionero de los españoles logra fugarse de la escuadrilla. Es Félix Bogado (2) que puede avisarles a los milicianos que Zabala no dispone de más de 350 hombres en total y que los españoles se aprestan a desembarcar para apoderarse de los caudales que creen escondidos en el Convento.

Escalada inmediatamente envía un mensajero a San Martín para darle a conocer estas novedades. Asimismo da órdenes de detener el tránsito por el Camino de Postas y de retirar el ganado de toda esa zona enviándolo al interior. También dispone de caballos frescos de remonta y tiro para los Granaderos. Posteriormente cuando se encuentra personalmente con San Martín se pone a sus órdenes para que disponga de los milicianos.

En una de esas noches previas al combate se ve por primera vez a San Martín cambiar su uniforme por ropa humilde y chambergo de paja. Para así vestido y acompañado por baqueanos observar los movimientos del enemigo sin levantar sospechas.

El 02 de Febrero San Martín se encuentra en la Posta del Espinillo (3)situada a 2 leguas al sur del Convento, con el comerciante británico y vinculado al Foreign Office, Guillermo Parish Robertson que descansa en su carruaje. El comerciante será testigo y narrador de los hechos por ocurrir.

Sebastián Basualdo fue el encargado de proveer al Ejército los caballos frescos facilitados por Escalada. Cuando el contingente más tarde llega al Convento no encuentran a nadie. Los religiosos se habían marchado dos días antes. Las fuerzas ingresan en el más absoluto silencio por el portón opuesto al río. San Martín inmediatamente sube a la torre para observar con su anteojo al enemigo.

Alrededor de las 5:30 hs del 03 de Febrero los españoles desembarcan en lanchas y botes. El desembarco se produce en una especie de puerto natural que existía varios cientos de metros más al norte de lo que hoy se conoce como Campo de la Gloria y marcharon hacia el Convento en diagonal. Esta pequeña playa desapareció tras una fuerte tormenta que se abatió en la zona en el año 1915. Es decir que el verdadero campo de batalla está actualmente sepultado por numerosas casas.

San Martín antes del combate pasa revista a los milicianos. Y como gran estratega que es los hace ocupar la parte central del ataque, fuera de los muros del Convento y frente al río. Divide a los Granaderos en dos columnas de 60 hombres cada una y los mantiene ocultos dentro de los muros para que los españoles no sepan que están allí.

El 1º Escuadrón  bajo el mando del Capitán Justo Bermúdez (4) ocupa el ala sur para atacar el flanco norte y San Martín mismo está a cargo del 2º Escuadrón que atacará el flanco derecho del enemigo.

Terminado el desembarco de las tropas españolas Escalada dispara su cañoncito y su fusilería. Los realistas disparan sus armas y comienzan a recargar sus fusiles. Es en ese preciso momento cuando San Martín da el grito de ataque y el clarín toca a degüello. Apareciendo así a todo galope las dos columnas que se mantenían ocultas tras los muros del Convento. Los patriotas tienen en desventaja el sol naciente de frente.

Sin recibir ninguna orden los milicianos atacan al grito de ¡Viva la Revolución! Y los españoles gritan ¡Viva el Rey! Produciéndose de inmediato el choque de fuerzas.

Gracias a testigos oculares como Francisco Guillot y Nazario Palacios hoy podemos saber que en San Lorenzo se utilizó una técnica de combate araucana que consistía en atar un lazo a la cincha de dos caballos para arrastrar y desbarrancar a los enemigos. Y que el cañoncito actuó en una zona particularmente expuesta a las fluctuaciones del combate. Como Escalada conocía el terreno debía indicar con anticipación a San Martín los lugares que la pieza ocuparía durante la lucha según los movimientos del enemigo.

Esto está reforzado en el parte confeccionado por el Capitán Ruiz al Jefe de la Plaza Montevideana, allí menciona a combatientes milicianos con un cañón de campaña en el medio de la refriega.

Ese día también se presentó en el campo de batalla el cura párroco del Rosario Julián Navarro (5). Así lo menciona San Martín junto con los voluntarios en su 1º Parte de Combate, redactado el mismo 03 de Febrero: …”cuento entre éstos al esforzado y benemérito párroco Dr. Julián Navarro, que se presentó con valor animando con su voz, y suministrando los auxilios espirituales en el campo de batalla; igualmente lo han contraído los oficiales voluntarios D. Vicente Mármol y D. Julián Corvera que a la par de los míos permanecieron con denuedo en todos los peligros”…

En el 2º Parte de Combate, redactado el día 06 de Febrero San Martín recomienda: …”al comandante Escalada y al Teniente Piñero, por haber prestado cuantos servicios han sido necesarios”…

Al día de hoy podemos rescatar del olvido unos pocos nombres de los milicianos que combatieron en San Lorenzo: Celedonio Escalada, Gregorio Cardozo, Felizardo Piñero, Vicente Mármol, Julián Corbera, Manuel Isaza y Pedro Salces.

Cuando las dos columnas de Granaderos atacaron la comandada por Bermúdez se abre mucho por el flanco demorándose, lo que permite a los españoles reorganizarse.

El alférez Hipólito Bouchard (6) da muerte al abanderado enemigo y le arrebata la bandera.
En el ataque San Martín cayó debajo de su caballo que fue alcanzado por una bala de cañón, quedando atrapada su pierna e impidiéndole salir. Al ver a su jefe caído los Granaderos más cercanos quieren formar un cuadro alrededor del Coronel. Cuando San Martín cae Bermúdez y Díaz Vélez tienen la misión de empujar a los españoles al río.

Bermúdez cae con una pierna destrozada por  metralla de cañón. El Teniente Díaz Vélez (7) corre arrollando todo lo que encuentra a su paso, recibe dos tiros y un bayonetazo, pero impetuoso sigue la carga y se precipita con caballo y todo por la barranca, siendo tomado prisionero.

Cuando un enemigo iba a clavarle una bayoneta a San Martín apareció el soldado Juan Bautista Baigorria (8) se interpuso, mató al soldado realista y comenzó la heroica defensa de su jefe contra varios enemigos. Aprovechando esto el soldado Juan Bautista Cabral (9) ayudó a San Martín a liberarse de la opresión de su caballo. Cuando consigue salvar a su jefe Cabral recibe dos heridas mortales . Falleciendo pocas horas después en el hospital de sangre armado en el refectorio. Sus últimas palabras fueron dichas en guaraní: “Muero contento, porque cagamos a esos mierdas.”

 San Martín aturdido por el golpe, a pie en medio de los caballos le grita a su Ayudante en Comisión ¡Reúnan el Regimiento y a morir!

El combate duró escasos quince minutos y el saldo fueron 15 muertos patriotas ese día y 2 más a posteriori, con 22 heridos. Los españoles tuvieron 40 bajas y dejaron 14 heridos hechos prisioneros.
San Martín recibió una herida de arma blanca en el rostro y un brazo dislocado por la caída. Cansado, sudoroso y herido fue a la sombra del histórico pino a redactar el Parte de la Victoria.

En el huerto del Convento fueron enterrados los caídos.

En la mañana del 04 Zabala desembarca para parlamentar y solicitar carne fresca para atender a los heridos y se le concedió media res y participó de un desayuno criollo con las tropas patriotas.

El Combate de San Lorenzo quizá fue de poca importancia militar, pero de gran importancia para la revolución y para la moral de las fuerzas patriotas. Fue donde apareció un nuevo general que llevaría libertad a medio continente. Pero también permitió pacificar el litoral de los ríos Paraná y Uruguay, conservando el comercio con Paraguay, fuente de recursos para el gobierno nacional.
                                                                      
 REFERENCIAS:

(1)   Dr. Francisco Cosme Argerich: nacido en Buenos Aires, Cirujano Mayor del Ejército de San Martín y luego Jefe de Sanidad Militar. En 1835 parte hacia Montevideo exiliado por el gobierno de Rosas.

(2)   Félix Bogado: paraguayo, se suma como voluntario al Regimiento de Granaderos a Caballo. El 14 de Febrero de 1826 y con el grado de Coronel vuelve al  frente de los pocos Granaderos que pudieron regresar a su Cuartel del Retiro luego de la Campaña Libertadora.

(3)   Posta del Espinillo: Robertson la confunde con la posta de San Lorenzo situada 2 leguas al nornoroeste del Convento, en la actual zona de Timbúes.

(4)   Capitán Justo Bermúdez: oriental, combate junto a Liniers y Artigas. Fallece días después del combate en una celda del Convento. Unos dicen por una hemorragia después de amputada su pierna, otros que él mismo aflojó el torniquete de la herida para desangrarse, al darse cuenta de su error en el campo de batalla.

(5)   Julián Navarro: en 1808 le asignan la Capilla del Rosario. En 1811 se negó a  
permitir que el alcalde ocupe su asiento en la Capilla por considerarlo contrario a la gesta de mayo. Bendijo la bandera de Belgrano en Rosario. Estuvo en San Lorenzo y en 1817 Juan Martín de Pueyrredón lo designó Capellán Militar para acompañar a San Martín en la Campaña de los Andes.

(6)   Hipólito Bouchard: nacido en Francia, llegó a Buenos Aires en 1809. Realizó la Campaña del Pacífico bajo las órdenes de Guillermo Brown. El 09 de Julio de 1817 zarpó en la fragata La Argentina como corsario para combatir a los españoles en todos los océanos del mundo. Entre el 24 y el 29 de Noviembre de 1818 California fue de la Argentina. Fue cuando Bouchard tomó la fortaleza de Monterrey haciendo ondear el pabellón nacional.

(7)   Díaz Vélez: porteño, al otro día del combate fue canjeado por otros prisioneros. Falleció en Buenos Aires  meses después a raíz de las heridas recibidas.

(8)   Juan Bautista Baigorria; indio ranquel. Fue uno de los 111 puntanos que llegaron al Cuartel del Retiro para recibir instrucción militar. No recibió ascenso, ni premio, ni distinción alguna a pesar de su heroica acción. Fue uno de los 60 Granaderos que llevaron la camilla de San Martín en el cruce de los Andes. Perteneció al Cuerpo de Cazadores a Caballo, cuerpo de elite dentro de los mismos Granaderos.

(9)   Juan Bautista Cabral; nacido en Saladas, Corrientes. Fue ascendido a Sargento en el mismo campo de batalla y mencionado con honores en el Parte de la Victoria.

FUENTES:

  • Instituto Nacional Sanmartiniano: El Combate de San Lorenzo por Bartolomé Mitre y El Ccombate de San Lorenzo de Enrique Mario Mayochi
  • Información Cultural de Santa Fe – Ministerio de Innovación y Cultura – Gobierno de Santa Fe.
  • Biblioteca Digital del Museo Histórico Provincial Dr Julio Marc.
  • Asociación Cultural Sammartiniana “ Cuna de la Bandera”.
  • Rosarioturística.com.
  • Síntesis,com.
  • Asociación Cultural “Pasos Sanmartinianos”.
  • Trabajo publicado por la Revista Superior de Guerra en Mayo-Junio de 1973 “Combate de San Lorenzo” de Marcelo Lazcano.
  • La Posta de San Lorenzo (un trillado error histórico) por Wladimir Mikielevich.
  • Efemérides Diario La Capital martes 03 de Febrero de 2009.
  • Postales del Sur de Carlos del Frade.
  • Disertación “Juan Bautista Baigorria soldado de San Martín” del Prof. Pablo Ossola en la Biblioteca Bernardino Rivadavia de Villa Mercedes (San Luis) el 23 de Setiembre del 2011.
  • Diario La Tribuna Nº 2506 del 01/05/1862.
  • Episodios de la Independencia de Francisco Guillot.
  • Historia de San Lorenzo de Marcos Rivas.
  • Rosario y la conjuración de Álzaga de Giannone y De Marco, Rosario 1963.
  • Historia de la Argentina, según la biografía de sus hombres y sus mujeres de Gonzalez Arrilli.
  • www.lagazeta.com.ar


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